jueves, 6 de octubre de 2016

"Una hija casada es casi una desconocida".


Cuentos de Tokio
(Tokyo Monogatari)
1953
Director Yasujiro Osu
Duración 136 mins





Hoy quiero hablar de cine, y de esas películas que uno ve, y que no quiere olvidar. Hoy nos toca hablar de esta maravillosa película llamada "Cuentos de Tokio" o "Historias de Tokio".

Resulta que en esas casualidades de la vida, mi Tesorín y yo fuimos al cine y Cinemex estaba ofreciendo el festival de cine Japonés, es una lástima que me haya perdido todo el festival, pero una fortuna haber visto al menos esta película.

Promocionada como una película clásica, Cuentos de Tokio es un referente importante en el cine japonés de la posguerra.

Centrada en la provincia japonesa, una pareja de ancianos, decide ir de visita a la gran ciudad, Tokio, a visitar a sus hijos, quienes se han desarrollado y han hecho sus vidas allá.

La película es una travesía lenta pero deleitable, sin altibajos, pero con momentos, aunque cadenciosos, en muchas ocasiones son ampliamente emotivos. Y es a través de la banda sonora, que somos transportados a esos sentimientos, a esas añoranzas.

El director Yasujiro Osu, retrata la manera en la que los japoneses son, por decirlo, a su manera, serios, fríos, pero con una emotividad que se asoma a través de pequeños gestos o palabras. Nos muestra, sin ser tan obvio, cómo se contienen tantos pensamientos, sentimientos y amor en el corazón de un pueblo y una raza que es recatada, sobria y contenida.

Situada en el contexto del Japón de la posguerra, con heridas aún abiertas y sangrantes, "Cuentos de Tokio", retrata una familia común y corriente, y cómo en su cotidianeidad dejan al descubierto las intenciones de su corazón.

Desde luego los que estamos familiarizados con el anime y los doramas japoneses, conocemos bien ese sentido moral impregnado en cada historia, "Cuentos de Tokio" no es la excepción, nos inspira, nos hace ver nuestra propia vida. Acaso porque los japoneses llevan tanto tiempo observándose a sí mismos, que conocen a la perfección el corazón y la mente que habita en cada persona.

Al final de la película no pude contener mis lágrimas, tocó fibras profundas, me hizo meditar en mi familia, mis padres, mi abuela, en mis amigos. En cómo al dar por hecho lo que tenemos, no estamos preparados para el día en que todo termine.

¡Súper recomendación!. La pueden encontrar en youtube subtitulada, por si desean verla.


Gabriela Amezcua 2016 

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